Mientras tanto, en Colombo...

La verdad es que algunos días vivir en un pais (tan) distinto se vuelve un poco normal. Ducha, desayuno, colectivo, escaleras, oficina, caras de dormidos, charlas sobre cosas que hacer en el día, segundo café de las 10.30am, emails, planes, almuerzo, llamados, tráfico de vuelta a casa, ventilador, jugo, amigos, lavar ropa, música, cena, charlas, dormir. Todo dentro de cierto marco de normalidad, de previsibilidad y de felicidad relativamente invariable... ...pero otros dias, yendo a la oficina, auriculares puestos, lista mental de las cosas que terminar en el trabajo, las compras del super, quizás ideando el próximo viaje y de pronto... aparece una procesión hindú con carrozas, flores, gente tocando trompetas y tambores, ropas raras y música por todos lados. Balde de surrealidad. Procesión hindú en plena avenida 9am O quizás algún otro dia (mas precisamente el jueves pasado) conversación con colega: "-Y si hoy almorzamos hamburguesas? -B